sábado, 9 de agosto de 2008

Como a Piedras Preciosas!

En los últimos días me he enriquecido mucho de escuchar y leer lo que otros chicos de mi edad o quizás un poco mayores tienen que decir sobre la vida... Y es simplemente que a veces olvidamos que no es sólo lo que nosotros pensamos o percibimos sino lo que otras personas tienen que decir para ayudarnos y enriquecer nuestro espíritu, por eso he de dedicar esta entrada a todos aquellos que están atravesando por un momento de dificultad en sus vidas y creen que el mundo les ha privado de ser plenamente felices...

En una página encontré un pequeño escrito donde se mencionaban los materiales que se necesitan para pulir o dar forma a una piedra preciosa y entre muchas cosas, de las que confieso ni siquiera conozco, hubo un material que me llamó la atención: ".... y mucha paciencia". Paciencia... Ja... no es un material tan fácil de encontrar.

Entonces medité. ¿Por qué alguien querría gastar su tiempo con una piedra? La respuesta era obvia y sonreí en mis adentros. Lógicamente no es cualquier piedra, será una maravilla de la que el creador se sentirá orgulloso y por la cual se pagará una enorme suma de dinero...

La vida muchas veces se convierte en esa fuerza transformadora, y nosotros en esa piedra especial que sufrirá los cambios notables de las dificultades. ¿Por qué habría la vida de desperdiciar su tiempo en una piedra sin valor? Hemos de entender entonces que el potencial encerrado en nuestros adentros va mucho más allá de lo que nosotros podemos entender... Somos más que un cuerpo y un espíritu, somos una mente capaz de llegar a la vitrina destinada para las piedras preciosas más lujosas de la vida... Encerramos en nosotros el poder del cambio permanente y aunque muchas veces el torno o el disco de diamante nos hagan sentir la fuerza de sus cortes en el alma y desgarren pedacitos de nosotros que no hubiésemos querido perder, hemos de saber que es sólo eso lo que nos permitirá llegar a ser perfectos...

No sufrimos por el infortunio o la desdicha, no somos cualquier piedra que es pateada por el viento y llevada hasta perderse en el monte del olvido, muy por el contrario, sufrimos porque en este taller de inmensurable belleza, sólo quedará nuestra pureza, nuestro encanto, nuestra esencia y una pizca de nuestro carácter... Todo aquello que es falso, todo aquello que no sirve para concretar nuestra “leyenda personal”, nos será arrancado a fuerza de martillo y cincel no importando si por momentos llegamos a pensar que la angustia es demasiada y que preferiríamos morir...

Somos importantes porque hemos sido tomados en cuenta para llegar a la perfección de una inmaculada piedra cuyo valor va más allá del precio por el cual sea comprada.... Somos importantes porque la vida nos ha tomado en cuenta para hacer de nosotros ese especial tesoro que alguien valorará más que cualquier cosa en el mundo...

Somos tratados como Piedra Preciosa para llegar a ser tan valiosos como la hermosura de nuestra alma...