Esta entrada en particular está dedicada a todos mis asiduos lectores que buscan, al igual que yo, la existencia de un Ser sobrenatural al que llamamos Dios.
Resulta que me causa gracia y hasta descontento en muchas ocasiones saber que hay quienes predican a una religión sin tomar en consideración las leyes fundamentales que rige cada religión. Normalmente preferimos criticar a quien profesa una creencia distinta a la nuestra porque los demás están equivocados al no compartir algunos aspectos de relevancia casi nula de la fe que nosotros profesamos... Que falta de tolerancia y que poco conocimiento del verdadero Ser Supremo demostramos tener.
Dios jamás dijo que tal o cual religión o camino eclesiástico era el único y que sólo debía seguirse dicho camino, entonces ¿Quién nos ha dado potestad de señalar a los demás como traidores de una fe que no conocieron?
Lastimosamente la religión ha venido a convertirse en la espina en el zapato de los verdaderos justos que elevan sus almas libres sin temor a equivocarse porque conocen a Dios, saben cuál es su verdadera misión sobre la tierra y, lejos de predicar a una iglesia, se predican a si mismos como ejemplo para una sociedad cuyos valores se ven cada día más lastimados por el sermón de quienes buscan en una religión el escudo para ocultar sus faltas.
Somos seres libres y siempre lo seremos si decidimos dejar de lado nuestras diferencias como elementos de una religión y nos comportamos como hijos de un mismo Creador, respetando las costumbres y la concepción del mundo que los demás tienen de este paraíso terrenal en el que nos ha tocado vivir.
